El 2021 fue un año muy duro, con preocupaciones, angustias y pérdidas. Pero también fue un año de conquistas colectivas y con un horizonte un poco menos doloroso.
El año empezó aún con la emoción de una gran conquista colectiva lograda sobre el cierre de 2020, gracias a la lucha de la marea verde. El aborto legal, seguro y gratuito ya es una realidad. Desde REDI celebramos que la ley tenga perspectiva de discapacidad y sea respetuosa de nuestro derecho a la información accesible y al consentimiento informado.
La segunda ola de Covid-19 nos encontró peleando por incluir a las personas con discapacidad con mayores factores de riesgo entre los grupos prioritarios para la vacunación. El pedido fue escuchado, aunque ya entrada la peor etapa de contagios.
A pesar del difícil momento sanitario y económico, fueron muchos los proyectos que pudimos concretar desde REDI. Fuimos invitados/as a dar capacitaciones sobre perspectiva de discapacidad para organismos estatales, organizaciones sociales, culturales y educativas. Les agradecemos profundamente a todas las organizaciones que se interesaron en la temática y confiaron en nosotros/as. Esperamos que en 2022 sean muchas más las personas con ganas de animarse a conocer sobre los derechos de nuestro colectivo desde una mirada social.
¡Presentamos nuestro primer documental! “La Ire”, producido por nuestra compañera Verónica González Bonet, cuenta la historia de Irene Cuevas, una joven con discapacidad que lucha contra las trabas del sistema para conseguir los apoyos para su vida autónoma y su inclusión educativa. El pasado 3 de diciembre, el documental se emitió en la TV pública, en el programa “Mañanas Públicas”.
Siguiendo con la producción de contenidos, este año publicamos dos nuevos libros. En julio, presentamos el libro “Conociendo nuestros derechos”, que resume nuestra historia como organización y cuenta con lenguaje sencillo los distintos derechos contemplados en la Convención de Naciones Unidas. Por otro lado, en diciembre presentamos el libro “Desear es mi derecho”, en el marco del proyecto DESEAR (Derechos Sexuales en Argentina) con Inclusión, que realizamos junto con la asociación Casa FUSA, gracias al financiamiento del Fondo Fiduciario de Naciones Unidas para Erradicar la Violencia contra las Mujeres. El libro es el resultado de los talleres que hicimos en 2019 en distintas regiones del país. Está escrito en lectura fácil, validado por la organización Lengua Franca, y tiene información sobre nuestros derechos sexuales y reproductivos, con ilustraciones de la reconocida Ro Ferrer.
El logro colectivo más importante del año lo obtuvimos el 9 de diciembre, cuando finalmente se sancionó en el Senado de la Nación la modificación de la ley 26130 de anticoncepción quirúrgica. Gracias a esta ley, todas las personas con discapacidad, incluidas las que tengan capacidad restringida por sentencia judicial, deben dar su consentimiento para una ligadura de trompas o una vasectomía. Esta conquista se logró gracias a una campaña realizada junto a una coalición de organizaciones feministas y de derechos humanos.
Finalmente, realizamos un nuevo proyecto, gracias al financiamiento del Fondo de Mujeres del Sur. El proyecto “Fortaleciendo alianzas contra la violencia de género” consistió en talleres sobre discapacidad y género destinados a abogadas/os y a referentes de organizaciones sociales.
Fue mucho lo conquistado este año que se va, pero también es mucho lo que todavía nos falta lograr. Por eso, desde REDI van algunos deseos colectivos para el 2022.
Deseamos que el cupo laboral del 4 por ciento de personas con discapacidad en el empleo público y en las empresas concesionarias ya no sea un deseo, sino una realidad concreta. Deseamos que las pensiones por invalidez se conviertan en una asignación por discapacidad, con un valor que cubra la canasta básica, para que ya no haya personas con discapacidad en la pobreza. Deseamos que la comunicación inclusiva no sea una excepción, sino un derecho. Y, sobre todo, deseamos que cada vez más personas se animen a sacarse los prejuicios sobre quienes tenemos alguna discapacidad y a percibirnos como lo que somos: personas como todas, con derechos y obligaciones.
A todas las personas y organizaciones que nos acompañaron este año les damos las gracias por este camino recorrido. Les deseamos lo mejor para 2022, con la certeza de que todas las conquistas se alcanzan si se intentan de manera colectiva.
¡Muchas felicidades!